Cuenta una antigua leyenda que un niño estaba por nacer.. Y un día le dijo a Dios:
-Me dicen que me vas a enviar mañana a la Tierra, pero ¿cómo viviré tan pequeño e indefenso como soy yo?
Dios le contestó:
-Entre muchos ángeles escogí a uno para ti que te estará, esperando... él te cuidará.
-Pero dime, aquí en el cielo no hago más que cantar y sonreír, y eso basta para ser feliz.
-Tu ángel te cantará, te sonreirá todos los días y tú sentirás su amor y serás feliz.
-¿Y cómo entender cuando la gente me hable si no conozco el extraño idioma que hablan los hombres?
-Tu ángel te dirá las palabras más dulces y más tiernas que puedas escuchar y con mucho cariño y paciencia te enseñará a hablar.
-¿Y qué haré cuando quiera hablar contigo?
-Tu ángel te juntará las manitas y te enseñará a orar
-He oído que en la Tierra hay hombres malos, ¿quién me defenderá?
-Tu ángel te defenderá a costa de su propia vida.
-Pero estaré triste porque no te veré más.
-Tu ángel te hablará siempre de mi y te enseñará el camino para que regreses a mi presencia, aunque yo estaré siempre a tu lado.
En ese instante una gran paz reinaba en el cielo, pero ya se oían voces terrestres... y el niño presuroso repetía suavemente...
-Dios mío, ya me voy, dime su nombre, ¿cómo se llama mi ángel?
A lo que Dios contestó: -Su nombre no importa, tú sólo le dirás:
"Mamá"
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